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En el mismo acto de Su creación, Dios perdió su infinitud. Antonin Artaud afirmó ese divino paso en falso inaugural por haber elegido muy joven el espíritu y haberse atenido a ello –sin perjuicio de pagar por eso el precio de nueve años de encierro psiquiátrico ininterrumpido. Quiso terminar con ese Dios que se olvidó, ese Dios mal introducido incluso en la actual sexualidad de sus criaturas; va al encuentro de otro Dios entre los indios tarahumaras en México, en Siria (donde lo encuentra). Sublevado contra esa “unánime porquería que de un lado tiene el sexo y del otro, además, la misa”, exige de sus allegados, hombres y mujeres, que nunca se entreguen al acto sexual –ese acto que requiere del sujeto erótico, de Dios y de él mismo una irremediable pérdida de espíritu.

LA LECCION DE ARTAUD UNA ESTETICA DEL ESPIRITU - JEAN ALLOUCH

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En el mismo acto de Su creación, Dios perdió su infinitud. Antonin Artaud afirmó ese divino paso en falso inaugural por haber elegido muy joven el espíritu y haberse atenido a ello –sin perjuicio de pagar por eso el precio de nueve años de encierro psiquiátrico ininterrumpido. Quiso terminar con ese Dios que se olvidó, ese Dios mal introducido incluso en la actual sexualidad de sus criaturas; va al encuentro de otro Dios entre los indios tarahumaras en México, en Siria (donde lo encuentra). Sublevado contra esa “unánime porquería que de un lado tiene el sexo y del otro, además, la misa”, exige de sus allegados, hombres y mujeres, que nunca se entreguen al acto sexual –ese acto que requiere del sujeto erótico, de Dios y de él mismo una irremediable pérdida de espíritu.