Este libro ha sido elaborado en tiempos de una pandemia que afecta a toda la humanidad. Entre la diversidad de reflexiones de diferentes campos del conocimiento, los psicomotricistas se han abocado al análisis y adecuación profesional en función de distintas variables como la virtualidad, contacto, espacio, tiempo entre otras. La imperiosa lentificación de las instancias de la vida trajo aparejada la posibilidad de la pausa que requiere la reflexión más o menos dificultada por la vorágine impuesta en el mundo actual. No es extraño que en este contexto Débora Schojed-Ortiz solicite el concurso de colaboradores para una producción en Psicomotricidad. Movida siempre por inquietudes operantes se la ha visto desde hace más de cuarenta años en los inicios y profundización de muchos proyectos de nuestra disciplina. La distingue su actitud convocante tanto como su experiencia clínica, docente y larga trayectoria institucional. Trazar lazos entre teorías y prácticas no es tarea sencilla. Requiere de un equilibrio en continua construcción que busca alejarse tanto del empirismo que absolutiza lo sensorial como de la complacencia hacia una teoría con la pretensión de explicarlo todo. Se trata de la praxis, que sin renegar de un marco conceptual (dado por experiencia y formación) se dispone a la observación sin prejuicios. (Fragmentos del Prólogo de Ernesto Ferreyra Monge)