Comamala busca hacer de la poesía un lugar de imaginación, una herramienta que también nos pueda servir para contar una historia. Una historia que no se narra, se canta como la poesía de los viejos aedos que pasaban de comunidad en comunidad difundiendo la épica de los héroes de una época. El autor de EL SUEÑO DE LOS ALBINOS nos invita a entrar en un mundo poco autorreferente. Un país inocente de toda cotidianidad, un país del lenguaje y del símbolo. Comamala es un poeta que no busca en la poesía una válvula de escape sino un deseo de construir algo que no necesariamente tenga que ver con su biografía. Entonces ya no se finge un dolor ni se alimenta un yo lirico del tamaño de un elefante. Se juega y se avanza o retrocede, según la capacidad de imaginar a un escenario, que al igual que el de nuestra realidad tiene pocos héroes pero una necesidad común, el final del yugo. La cadencia cinematográfica de un personaje en permanente monologo lejos de aburrir acompaña, como un guía que entra al bosque de la propia semiótica de la obra. El sueño de los albinos y el viaje de su personaje principal acompañara el delirio de nuestro propio mundo y en el revés del cielo de la literatura encontraremos razones para seguir resistiendo los oscuros momentos que vivimos. Marcelo Dughetti