ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $60.000
Todavía me cuesta decir que tuve cáncer. Muy pocas veces lo hago. Aunque sea cosa de todos los días y le pueda ocurrir a cualquiera; cuando lo nombro la gente se asusta; se incomoda; como si le estuviese hablando del ámbito privado de su sexualidad. Superfluo aclararlo: nada de lo que narro es invención. Aun cuando no pueda dejar de re-flejar vacilaciones y cuestionamientos; esas sensaciones pertenecen al pasado. Seguir al deseo me ayudó a fluir con la vida. Cuando irrumpió la enfermedad tuve que transitar el caos. Cuando traté de explicarme el cambio en mi cuerpo; la aceptación. Y sé que recurrí a todo mi valor para sobreponerme y llegar a la restitución: a la restitución de mi primera persona del singular; a la restitución de mi persona herida. Hay una frondosa fantasía y un vasto desconocimiento alrededor de cómo es la vida luego de una ostomía. Eso se extiende al ámbito de la alimentación; al del trabajo; y al de la sexualidad. No existe nada que un ostomizado no pueda retomar. Resulta obvio que ¿a pesar de mi resiliencia¿ durante una etapa me creí incapaz de escribir un relato que pudiese hacer público. Estas páginas son el reflejo del camino que necesité recorrer para superar esa instancia. Ahora que el texto existe; ya puede hablar por sí mismo.

EL ASOMBRO DE PENSARME CRONICA DE UNA OSTOMIZADA - MONZON BLANCA M

$10.790
Envío gratis superando los $60.000
Che... ¡No te lo pierdas, es el último!
EL ASOMBRO DE PENSARME CRONICA DE UNA OSTOMIZADA - MONZON BLANCA M $10.790
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • El Espejo Libros - Casa Central Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina - Local 4 y 5. Atención Lun a Vier 9.30 a 19.00hs Sáb 9.30 a 13.30hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.
Todavía me cuesta decir que tuve cáncer. Muy pocas veces lo hago. Aunque sea cosa de todos los días y le pueda ocurrir a cualquiera; cuando lo nombro la gente se asusta; se incomoda; como si le estuviese hablando del ámbito privado de su sexualidad. Superfluo aclararlo: nada de lo que narro es invención. Aun cuando no pueda dejar de re-flejar vacilaciones y cuestionamientos; esas sensaciones pertenecen al pasado. Seguir al deseo me ayudó a fluir con la vida. Cuando irrumpió la enfermedad tuve que transitar el caos. Cuando traté de explicarme el cambio en mi cuerpo; la aceptación. Y sé que recurrí a todo mi valor para sobreponerme y llegar a la restitución: a la restitución de mi primera persona del singular; a la restitución de mi persona herida. Hay una frondosa fantasía y un vasto desconocimiento alrededor de cómo es la vida luego de una ostomía. Eso se extiende al ámbito de la alimentación; al del trabajo; y al de la sexualidad. No existe nada que un ostomizado no pueda retomar. Resulta obvio que ¿a pesar de mi resiliencia¿ durante una etapa me creí incapaz de escribir un relato que pudiese hacer público. Estas páginas son el reflejo del camino que necesité recorrer para superar esa instancia. Ahora que el texto existe; ya puede hablar por sí mismo.