La cosa más extraordinaria que Freud inventó es la de hacer estallar definitivamente la idea de normalidad. Y justamente esa idea de normalidad, en su sentido más profundo es la que tiene que ver con el factor sexual. Freud produce efectivamente un traumatismo en la cultura, y ese traumatismo es un traumatismo sexual en el sentido de que ninguna naturaleza, ninguna normatividad, ninguna complementariedad, ningún género, ningún discurso en definitiva puede escribir algo que atañe al abismo en que el sujeto se encuentra respecto al encuentro con el traumatismo de la sexualidad humana. Es este traumatismo que insiste hoy, y hay que insistir justamente para hacer repercutir el traumatismo Freud en la interlocución, tal y como lo vemos desprenderse de la experiencia clínica. Oscar Ventura