ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $60.000
No hay guerra de las civilizaciones, no al menos en el sentido de una oposicion ineluctable, de un «choque» o de un conflicto que tienda a la hipotetica esencia que atribuimos a cada una de ellas, segun una mirada que comprende de manera sesgada, instrumental y caricaturesca aquello que imaginamos que les pertenece y las caracteriza. La tesis de tal enfrentamiento, como sabemos, es aquella que sostuvo el politologo norteamericano Samuel Huntington en un libro decisivo, titulado El choque de las civilizaciones, que obtuvo una mayor relevancia luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando algunos pensaron encontrar en su vision la clave para entender lo que habia ocurrido. Ya que nada parecia mas peligroso que la esencializacion de las pertenencias que esta teoria del choque suponia (siendo esta comprendida como una nueva ley de la historia), podemos decir que afortunadamente fue el objeto de multiples refutaciones que mostraron, entre otras cosas, cual era la «cultura del enemigo» que esta pretendia erguir. Sin embargo, pareciera que tales refutaciones no fueron suficientes y que la idea, simplista y caricaturesca de una coexistencia y de una cohabitacion imposible o necesariamente conflictual entre individuos que se reconocen en «pertenencias civilizacionales» diferentes, ha comenzado a formar parte de las costumbres. Desde entonces, esta idea no solo no ha dejado de ser insidiosamente difundida en los discursos publicos, en virtud de la «identidad» y de la «seguridad», sino que tampoco ha dejado de inspirar –sin decirlo claramente– las politicas europeas de inmigracion. Por todos lados, las fuerzas politicas, ideologicas y religiosas se apoderan de la fuerza propia del apego que estas identificaciones suscitan, para ejercer y conservar su control sobre la vida.

CULTURA DEL MIEDO 2 GUERRA DE LAS CIVILIZACIONES - CREPON MARC

$8.900
Envío gratis superando los $60.000
Che... ¡No te lo pierdas, es el último!
CULTURA DEL MIEDO 2 GUERRA DE LAS CIVILIZACIONES - CREPON MARC $8.900
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • El Espejo Libros - Casa Central Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina - Local 4 y 5. Atención Lun a Vier 9.30 a 19.00hs Sáb 9.30 a 13.30hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.
No hay guerra de las civilizaciones, no al menos en el sentido de una oposicion ineluctable, de un «choque» o de un conflicto que tienda a la hipotetica esencia que atribuimos a cada una de ellas, segun una mirada que comprende de manera sesgada, instrumental y caricaturesca aquello que imaginamos que les pertenece y las caracteriza. La tesis de tal enfrentamiento, como sabemos, es aquella que sostuvo el politologo norteamericano Samuel Huntington en un libro decisivo, titulado El choque de las civilizaciones, que obtuvo una mayor relevancia luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando algunos pensaron encontrar en su vision la clave para entender lo que habia ocurrido. Ya que nada parecia mas peligroso que la esencializacion de las pertenencias que esta teoria del choque suponia (siendo esta comprendida como una nueva ley de la historia), podemos decir que afortunadamente fue el objeto de multiples refutaciones que mostraron, entre otras cosas, cual era la «cultura del enemigo» que esta pretendia erguir. Sin embargo, pareciera que tales refutaciones no fueron suficientes y que la idea, simplista y caricaturesca de una coexistencia y de una cohabitacion imposible o necesariamente conflictual entre individuos que se reconocen en «pertenencias civilizacionales» diferentes, ha comenzado a formar parte de las costumbres. Desde entonces, esta idea no solo no ha dejado de ser insidiosamente difundida en los discursos publicos, en virtud de la «identidad» y de la «seguridad», sino que tampoco ha dejado de inspirar –sin decirlo claramente– las politicas europeas de inmigracion. Por todos lados, las fuerzas politicas, ideologicas y religiosas se apoderan de la fuerza propia del apego que estas identificaciones suscitan, para ejercer y conservar su control sobre la vida.