ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $60.000

El aguante no es una novela de fútbol. No hay barriletes cósmicos, ni de próceres de la gambeta ni infancias nostálgicas bajo el sol de la siesta. El aguante se juega del otro lado de la línea de cal: en las tribunas, en las oficinas, en los burdeles, en la comisaria, en el barrio, entre los rancheríos de la villa. Una novela del fútbol de lo real, en el que se juega el pan, el techo o un abrazo.
Así, con el pie firme y la seguridad de un central experimentado, el relato nos ofrece una historia extraordinaria que oscila entre las barrabravas y las mafias del barrio, la corrupción policial y los negociados con la política. En esa cancha donde la pelota sí se mancha, la esperanza de un futuro mejor deja en claro que el fútbol no es solo un grupo de tipos corriendo detrás de una pelota.
El autor no tira centros llovidos al área esperando un cabezazo afortunado sino que construye con sus personajes una jugada precisa, de pizarrón, que culmina con un remate perfecto para el primero de muchos más goles por venir.
Eduardo Sacheri dijo alguna vez que el fútbol se acaba cuando se apaga el sol. En El aguante, el fútbol se acaba cuando se apaga la vida.

AGUANTE EL - AVILA JUAN

$12.000
Envío gratis superando los $60.000
Che... ¡No te lo pierdas, es el último!
AGUANTE EL - AVILA JUAN $12.000
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • El Espejo Libros - Casa Central Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina - Local 4 y 5. Atención Lun a Vier 9.30 a 19.00hs Sáb 9.30 a 13.30hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

El aguante no es una novela de fútbol. No hay barriletes cósmicos, ni de próceres de la gambeta ni infancias nostálgicas bajo el sol de la siesta. El aguante se juega del otro lado de la línea de cal: en las tribunas, en las oficinas, en los burdeles, en la comisaria, en el barrio, entre los rancheríos de la villa. Una novela del fútbol de lo real, en el que se juega el pan, el techo o un abrazo.
Así, con el pie firme y la seguridad de un central experimentado, el relato nos ofrece una historia extraordinaria que oscila entre las barrabravas y las mafias del barrio, la corrupción policial y los negociados con la política. En esa cancha donde la pelota sí se mancha, la esperanza de un futuro mejor deja en claro que el fútbol no es solo un grupo de tipos corriendo detrás de una pelota.
El autor no tira centros llovidos al área esperando un cabezazo afortunado sino que construye con sus personajes una jugada precisa, de pizarrón, que culmina con un remate perfecto para el primero de muchos más goles por venir.
Eduardo Sacheri dijo alguna vez que el fútbol se acaba cuando se apaga el sol. En El aguante, el fútbol se acaba cuando se apaga la vida.