La creación y la creatividad se encuentran en la médula de nuestra práctica clínica, ya que adquiere enorme importancia en el proceso de la cura. La comprendemos como el desarrollo de la producción de un universo afectivo, representacional y de significaciones. En este texto Carlos Baró señala: "En este momento nuestra clínica exige más que nunca creatividad". El autor ha querido ilustrar este texto, en la tapa y contratapa con dos pinturas de Marta Peña, para reflejar el entrecruzamiento del arte y la cura psicoanalítica. El arte como creación, es un acto cargado de significación, como una solución de compromiso más sana que el síntoma, que recurriendo a la magia de lo estético, convierte lo intolerable en placentero. Los trabajos freudianos que contienen obras artísticas, tuvieron la finalidad de investigar en cuestiones de la clínica, como fue con personajes de Shakespeare en la literatura, o Leonardo en la pintura. Surge la pregunta si Freud, aplica a esos personajes el psicoanálisis, o si ellos lo guían por los complejos procesos de la subjetividad humana. Esto nos lleva a pensar una metapsicología de la creación como "un múltiple interés del arte para el psicoanálisis".