Con versos libres, melancólicos y tenues, Norah Lange delinea un modo de ver el mundo que irá adquiriendo matices y colores distintos a lo largo de su obra. En este volumen se reúnen los tres poemarios que dan inicio a su carrera: La calle de la tarde (1924), Los días y las noches (1926) y El rumbo de la rosa (1930). Tras la publicación de este libro, abandona la poesía para dedicarse a otros géneros: la novela epistolar, la autobiografía, la novela. En esta trilogía que en rigor podría titular también Poesía completa, Lange expone estilos y sentidos de lo que conformaría su estética: una relación lúdica y experimental con el lenguaje, la incertidumbre en las referencias tanto de los sujetos como del espacio y del tiempo, y ese modo singular de mostrar la relación entre las personas y los objetos.