- Inicio
-
Libros
-
Campo Psi
- PSICOANÁLISIS
- PSICODIAGNÓSTICO
- COGNITIVA
- NEUROCIENCIAS
- ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO
- ADICCIONES
- ADOLESCENCIA
- ADOPCIÓN
- ANSIEDAD Y FOBÍAS
- AUTISMO
- AUTOAYUDA
- CÁNCER
- CONSTELACIONES FAMILIARES
- CORPORAL
- DISCAPACIDAD
- DISCAPACIDAD AUDITIVA
- DIVORCIO
- ESTRÉS
- EVOLUTIVA
- FONOAUDIOLOGÍA
- GÉNERO
- GRUPOS
- HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA
- HOSPITAL
- JUEGO
- MEDIACIÓN
- MINORIDAD
- MUSICOTERAPIA
- NIÑEZ
- MUERTE
- ORGANIZACIONAL
- PNL
- PSICOFARMACOLOGÍA
- PSICOLOGÍA COMUNITARIA
- PSICOLOGÍA DEL DEPORTE
- PSICOLOGÍA SOCIAL
- PSICOPATOLOGÍA
- PSICOSIS
- PSICOTERAPIA
- PSIQUIATRÍA
- RECURSOS HUMANOS
- RESILIENCIA
- SALUD MENTAL
- SEXUALIDAD
- SISTÉMICA
- TRANSPERSONAL
- TRASTORNO BIPOLAR
- TRASTORNOS ALIMENTARIOS
- TRASTORNOS DEL LENGUAJE
- VEJEZ
- VIOLENCIA
- Jurídica
- Cs Sociales
- Ciencias de la Educación
- Filosofía
- Historia
- Literatura
- Arte
- Córdoba
- Ciencia
- Literatura Infantil
- Literatura Juvenil
- Diccionarios
- Revistas
- Agendas
-
Campo Psi
- Consultas
- Cómo Comprar
- Quiénes Somos
- Preguntas Frecuentes
El usurero, tan odiado como imprescindible, está asociado con uno de los pecados capitales: la codicia. Es un escándalo, pues aun durmiendo, su dinero le hace más rico. Así lo enseñan los exempla medievales, esas anécdotas edificantes para uso de los predicadores. En la Edad Media cristiana, el usurero se manifiesta como un ladrón de tiempo. ¿Acaso no roba a Dios, en la medida en que el tiempo es un don divino y gratuito, y también a los cristianos, ya que prestar a interés está vedado en una comunidad fraternal? Por esa doble razón el usurero está irremediablemente condenado al infierno. Pero ¿quién diría que esta figura da lugar a un espacio nuevo de ultra-tumba? En vísperas del auge de los grandes movimientos económicos del capitalismo moderno, la teología medieval salva al usurero del infierno. Inventa para él una morada algo menos funesta: el purgatorio. Así alcanza su doble objetivo: conservar la bolsa sin perder la vida eterna.
BOLSA Y LA VIDA LA ECONOMÍA Y RELIGIÓN EDAD MEDIA - LE GOFF JACQUES
El usurero, tan odiado como imprescindible, está asociado con uno de los pecados capitales: la codicia. Es un escándalo, pues aun durmiendo, su dinero le hace más rico. Así lo enseñan los exempla medievales, esas anécdotas edificantes para uso de los predicadores. En la Edad Media cristiana, el usurero se manifiesta como un ladrón de tiempo. ¿Acaso no roba a Dios, en la medida en que el tiempo es un don divino y gratuito, y también a los cristianos, ya que prestar a interés está vedado en una comunidad fraternal? Por esa doble razón el usurero está irremediablemente condenado al infierno. Pero ¿quién diría que esta figura da lugar a un espacio nuevo de ultra-tumba? En vísperas del auge de los grandes movimientos económicos del capitalismo moderno, la teología medieval salva al usurero del infierno. Inventa para él una morada algo menos funesta: el purgatorio. Así alcanza su doble objetivo: conservar la bolsa sin perder la vida eterna.
Productos Relacionados
6 cuotas sin interés de $608,33


3 cuotas sin interés de $1.216,67

24 cuotas con otras tarjetas



















































Débito



Efectivo



Transferencia o déposito

Total: $3.650 $3.467,50
Envíos gratis a Todo el País
Para compras de más de $15.000
PAGO POR TRANSFERENCIA BANCARIA
5% de Descuento
Sitio seguro
Protegemos tus datos
Envíos gratis a Todo el País
Para compras de más de $15.000
PAGO POR TRANSFERENCIA BANCARIA
5% de Descuento
Sitio seguro
Protegemos tus datos