VISTA LA ED 2002 - MASIN CLAUDIA
De los escenarios de la crueldad como una de las bellas artes dio cuenta Claudia Masin en su primer libro, Bizarría 1997), no desde la ya habitual romantización de la violencia, ni desde la condena naïve, sino desde la distancia justa que, como una luz negra, le premitía agudizar la metálica frialdad de cada gesto. Es en Geología 2001) sin embargo, donde se inicia la indagación temática y formal que se consuma en la vista. Allí la infancia, cincelada en la piedra volcán de la memoria, se recobra en la palabra - ella misma una piedra a descifrar -, arqueológica búsqueda de una voz y un arrullo siempre interrumpido: la canción de la madre. En la vista , lo que se memora no es tanto ya esa larga mañana de sol con que confundimos la infancia, sino el pacto, el romance primero - fatalmente desigual- entre dos criaturas. O más aún: su ruptura, ese hiato implacable por el que el ser humano vislumbra, quizás por primera vez, su primordial orfandad.