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Es una distinción habitual, al menos entre psicoanalistas, sostener que el sexo está referido a lo anatómico, el género a las identificaciones y la sexuación al goce. Sin embargo, a la luz de las herramientas foucaultianas -tal como las utiliza Thamy Ayouch-, ¿puede creerse todavía en una “biología” del sexo? En este punto, el autor asesta un segundo golpe certero: el binarismo masculino/femenino, a partir de la incidencia castrado/no castrado, tal como se presenta en la percepción del niño, ¿no corre el riesgo de reintroducir en el corpus analítico una “teoría sexual infantil”?
Asimismo, ¿la noción de género sólo puede ser entrevista como una elección yoica? En última instancia, si se trata de subvertir el psicoanálisis a través de la noción de género, también este libro ofrece la vía que permite liberar la hipoteca de la identidad (y el mito de la “auto-percepción”) en el campo de lo sexual. Porque si hay un motivo en que se apoyan estas páginas, es el de pensar el psicoanálisis más allá de toda ontología; dicho de otra manera, recuperar del método analítico la puesta en cuestión continua de cualquier esencialismo.

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Es una distinción habitual, al menos entre psicoanalistas, sostener que el sexo está referido a lo anatómico, el género a las identificaciones y la sexuación al goce. Sin embargo, a la luz de las herramientas foucaultianas -tal como las utiliza Thamy Ayouch-, ¿puede creerse todavía en una “biología” del sexo? En este punto, el autor asesta un segundo golpe certero: el binarismo masculino/femenino, a partir de la incidencia castrado/no castrado, tal como se presenta en la percepción del niño, ¿no corre el riesgo de reintroducir en el corpus analítico una “teoría sexual infantil”?
Asimismo, ¿la noción de género sólo puede ser entrevista como una elección yoica? En última instancia, si se trata de subvertir el psicoanálisis a través de la noción de género, también este libro ofrece la vía que permite liberar la hipoteca de la identidad (y el mito de la “auto-percepción”) en el campo de lo sexual. Porque si hay un motivo en que se apoyan estas páginas, es el de pensar el psicoanálisis más allá de toda ontología; dicho de otra manera, recuperar del método analítico la puesta en cuestión continua de cualquier esencialismo.