ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $60.000


El niño divino y el héroe empezó siendo un ensayo en literatura comparada o en psicología del arte, y ha terminado siendo algo parecido a lo que Joseph Campbell hizo con la mitología: una obra de exégesis.

Solo con la diferencia de que el punto de partida de ésta no ha sido el de las Sagradas Escrituras, o el de algún monumento mitológico, sino pequeños libros de nuestro tiempo, aquellos que los adultos, por un sentimiento de su propia importancia, relegan a los niños. A través de las líneas de El niño divino y el héroe se pueden observar dos diferentes modos de vida: Uno de ellos, caracterizado por la fe en la perfección intrínseca de la existencia y del hombre, parece hacerse eco de las filosofías de Oriente; el otro, que enfatiza lo malo de nuestra condición humana, refleja la doctrina del pecado original que satura las perspectivas del Judaísmo, la Cristiandad y el Islam.

Claudio Naranjo habla con maestría acerca de obras heróicas de autores como C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien, T.H. White y otros, en contraposición a otras portadoras del elemento del niño divino, como El Principito de Saint-Exupéry o los libros de Marcel Druon, Randall Jarrell o E.B. White. A través de esta distinción, el libro nos conduce a una compleja danza donde entenderemos cómo el héroe debe incorporar y reconciliarse en su interior con el dragón (en una palabra, tiene que hacer), mientras que en relación con el Niño Divino es únicamente necesario ser.

NIÑO DIVINO Y EL HÉROE EL - NARANJO CLAUDIO

$15.894
Sin stock
NIÑO DIVINO Y EL HÉROE EL - NARANJO CLAUDIO $15.894
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.


El niño divino y el héroe empezó siendo un ensayo en literatura comparada o en psicología del arte, y ha terminado siendo algo parecido a lo que Joseph Campbell hizo con la mitología: una obra de exégesis.

Solo con la diferencia de que el punto de partida de ésta no ha sido el de las Sagradas Escrituras, o el de algún monumento mitológico, sino pequeños libros de nuestro tiempo, aquellos que los adultos, por un sentimiento de su propia importancia, relegan a los niños. A través de las líneas de El niño divino y el héroe se pueden observar dos diferentes modos de vida: Uno de ellos, caracterizado por la fe en la perfección intrínseca de la existencia y del hombre, parece hacerse eco de las filosofías de Oriente; el otro, que enfatiza lo malo de nuestra condición humana, refleja la doctrina del pecado original que satura las perspectivas del Judaísmo, la Cristiandad y el Islam.

Claudio Naranjo habla con maestría acerca de obras heróicas de autores como C.S. Lewis, J.R.R. Tolkien, T.H. White y otros, en contraposición a otras portadoras del elemento del niño divino, como El Principito de Saint-Exupéry o los libros de Marcel Druon, Randall Jarrell o E.B. White. A través de esta distinción, el libro nos conduce a una compleja danza donde entenderemos cómo el héroe debe incorporar y reconciliarse en su interior con el dragón (en una palabra, tiene que hacer), mientras que en relación con el Niño Divino es únicamente necesario ser.